Aunque el título siempre me hace pensar en una visita de mi suegra, la verdad es que es un entretenido reality sobre casas. Casas a la americana (canadiense), eso sí, que más quisiéramos muchos. Ejem.
Se trata de un programa en el que un agente inmobiliario se enfrenta a una interiorista, el primero ofrece a los participantes casas en venta que se ajustan a sus necesidades, la segunda reforma su casa con el mismo fin: que se ajuste a sus necesidades.
Mi pregunta es ¿en qué medida este programa nos resuelve algo más que la curiosidad y nos aporta algo más que babas colgantes? Para la mayoría de los mortales ¿no sería igual de útil un programa de reformas en un bungalow de Júpiter?.
La cuestión es que yo lo veo más a menudo de lo que quisiera reconocer, normalmente observando lo que la pericia de un buen profesional, y una planificación inteligente del espacio es capaz de conseguir.
Y bueno, productores de España, si os planteáis una versión española del programa sólo tengo una cosa que decir. ¡OLA KE ASE!
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Agradecidos y emocionados, solamente podemos decir: ¡gracias por venir!